A Lenin:

Ponme la mano aquí Macorina, ponme la mano aquí…

Después deslízala  sobre la majestuosa cama verde “sólo para fumadores”.

Pásenle por acá jóvenes, pásenle por allá

prueben el albur del cine Tonalá, pero primero la serenidad de un buen té:

Caravanseraï

—   Denle a mi hombre el de La mujer acechada

aunque antes se haya convertido en El hombre que espera.

súbitamente a la fragilidad se le olvida que es ley seguir  corazonadas…

Y también un poco la cuenta (lenta):

1 año

2 años

3 años

4 años

¡Búfalo 66 frente al sillón marrón!

Nuestros cuerpos paralelos sobre las almas perpendiculares

-Mezcal con y sin pepino-  tus ojos con un toque de fortuna dentro del vaso azul

pequeño vaso azul.

También faldas de flamenco y castañuelas salen volando de aquél tren.

Nada te pertenece: resuena mientras camino tocándote la espalda

tocándote tocarme.  Y mientras el magnetismo de la tierra lo permita.

“Arrullo de estrellas”,  la intimidad dentro de mi pajar blanco y en ruinas

te lo digo desde el alma y con el corazón abierto…

Volvería a esperar por ayer (un caracol de siglos más) porque ayer aún late en mí.

Tu mirada que ya me alcanzó entre las manecillas derretidas de este mundo demente.

Gracias

te lo digo desde el alma y con el corazón abierto…

María llena eres de gracia: María Jeannina Marín Tommasi fue el nombre de su madre.

Delicadas coincidencias

fin del acertijo, me lo dijo el Dios google: María es sólo un nombre propio

equivalente a los nuestros: Lenin y Melissa o agua y viento

porque ahora sé que el agua y el viento laten desde el vientre para descubrirse

tan eternos para descubrirse.

 

De Melissa.

 

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